Ibrahim Awwad Ibrahim Ali Al-Badri, autoproclamado califa del Estado Islámico,

originario de Samarra, ciudad al norte de Bagdad, proviene de una ciudad no

muy poderosa económicamente, pero dos de sus tíos había pertenecido a la

fuerza de seguridad de Sadam Husein por lo que si tenían contactos.

Sus vecinos le describen como un chico tranquilo y pacifico que nunca vestía

pantalones y siempre llevaba libros religiosos. También era reservado y sus

amistades se reducían a los conocidos de la mezquita.

 

   Según la propaganda del Estado Islamice era la fe extremista se le inculco

desde pequeño, sin embargo sus vecinos niegan que fuera un fiel devoto,

recuerdan que solía jugar al futbol, y que aunque le provocasen rara vez solía

molestarse, que siempre solía permanecer tranquilo.

 

   En  2004-2005 se le relaciona por primera vez con un grupo terrorista y es encerrado en Camp Bucca, prisión al sur de Irak. En este lugar los terroristas compartían información para posibles golpes.

En cuanto salió de la prisión empezó su carrera como yihadista. Entró en una célula de Al Qaeda, El Estado Islámico, y en cuatro años se convirtió en su líder.

 

   Parte de la fuerza de este personaje es su anonimato, a penas se sabe nada de su vida, solo que es reservado y agresivo. Solo existe un video de él en el que anima a sus fieles a ir a la guerra. Tampoco permite que le saquen fotos.